jueves, 28 de julio de 2016

La paciencia de las madres y la relatividad del tiempo.

paciencia

 s. f.
1   Capacidad de sufrir y tolerar las adversidades con valor y sin quejarse.
2   Capacidad de esperar con tranquilidad una cosa que tarda. impaciencia.
3   Capacidad para realizar una actividad o un trabajo difícil, pesado o minucioso con perseverancia:
Es una capacidad, que yo creo se va perdiendo con el tiempo (¿Cuántos viejos no se te han colao en el médico por aquello de que se les va la vida y no esperan ni cinco minutos....?) pero, cuando se es madre, el parto viene con un plus extra de dosis de paciencia...te extrañarás de ti misma si antes no gozabas de ésta virtud.
Lo cierto es que, mi padre, es el hombre yo creo más paciente del mundo; ¡¡¡esperaba a mi madre a que saliera de la misa del gallo!!!...¡en el coche! yo no sé si es amor o paciencia, pero yo a los cinco minutos la hubiera dejado tirada con su beatividad allí en la iglesia.
Y yo, creo que he heredado esa paciencia, no me gusta perder mi tiempo ( y sobre todo que me lo hagan perder) pero si que soy capaz de hacer un trabajo minucioso o de esperar una cola en la carretera sin tocar la "pìta" del coche.

Pero con ésto de ser madre, me he dado cuenta que hay que generar mucha paciencia a veces, pero no de pensarlo, sino de que te salga sola...a ver si me explico....típica rabieta del peque en el supermercado....yo no necesito suspirar y respirar tres veces antes de no chillarle (aunque algunas madres supongo que si) sino que, algún mecanismo interno ya me activa el botón de paciencia (sí, yo tambien he visto Inside out!)

Sin embargo, con ésto de economizar mi tiempo y aprovechar cuando Unai duerme para hacer las cosas que con él (admitámoslo ya) no se puede ( hacer camas, fregar suelos, hacer de comer...scrapear! jiji) aprendes a manejar tu tiempo y, a defenderlo, por tanto, puedes no tener paciencia ahora en la cola del pan o del super cinco minutos pero, sin embargo eres perfectamente capaz de esperar quince minutos a que tu hijo termine su yogur en la mesa y analizando cada  movimiento de cuchara a la boca....ese es el secreto de la paciencia de las madres, ese es el secreto de la relatividad del preciado tiempo....la felicidad que contiene cada uno de los momentos que te llenan, te recargan de energía y, sobre todo, te hacen perder la noción del tiempo! cuando pierdes éste sentido, no te importa perderlo en los buenos momentos!

Perdamos sólo nuestro tiempo en las cosas buenas!
Y sobre todo...agudiza la paciencia!
besos Lupeidos!



lunes, 4 de julio de 2016

La soledad de las madres

LLevaba tiempo deseando escribir una entrada como ésta....
Pero, realmente, no sabía cómo abordarla....
Porque, aunque es una situación que la pasa la mayoría de las que acaban de ser madres, es como una especie de tema tabú del que, no sabes porqué, pero no te resulta fácil hablar...
Porque a nadie le gusta hablar mal de sus amistades...


Ésto es, queridas  mías...la SOLEDAD de las madres...
Todo empezó cuando leí un artículo en la red..
y comprendí que, aunque no quieras o no creas que a ti te pasa...sí que te está pasando...
El puerperio (de tiempo indefinido) y la maternidad, es una etapa en la que la mujer se tiene que volver a conocer y, de manera innata da señales de buscar ayuda, ésto es, que aunque no la pida, la necesita; no sólo de que le ayudes a limpiar la casa, sino...más bien...compañía y escucha! necesita que la acompañes y la oigas un ratito (aunque te vacíe el coco, pero lo necesita)
 Y, hace falta una buena conexión con otras personas, para que las cosas se hagan sin decir nada....

 Lo cierto, es que no tengo demasiadas amigas aferradas y acérrimas a muerte, tengo sí, muchos conocidos y personitas que te ayudan siempre que se lo pides pero, por ejemplo, no era ni soy de llamar a nadie ni de ir con nadie a las rebajas, soy géminis por naturaleza y hay cosas que me gusta hacer en solitario, aunque sí que me llamaba toooodo el mundo cuando habia un concierto, cenas, viajes y demás y respondía ante ello.
Ahora, existe El "wasap" ese eterno conector con el que un -¿hola cómo vas? hace que se te olvide todo un poco.



En mi caso, a mi la familia no me agobió demasiado esos primeros días de la llegada de Unai, todo fue muy espaciado y fluía con normalidad, yo me encontraba tranquila y atendida en todo momento, mi pareja estaba siempre ahí , las amistades supieron respetar esos primeros días y las visitas fueron escalonadas y cómodas....
Perfecto, bien...pero.....
¿y a los tres-cuatro meses?
¿Cuando ya la vorágine y las noticias ya están asentadas?
¿Cuando ya todo el mundo presupone que has pasado el puerperio y estás bien?
¿Qué pasa ahora?
Pues que empiezas a reconectarte con la vida, a tomar consciencia...y a ¡necesitar de una mano amiga!
Y esa mano amiga la tuve que buscar en redes sociales (triste, sí) porque las amistades físicas no aparecieron.
Y no aparecieron porque creo presuponieron que yo estaba en otra onda, ya era madre y no iba nada con ellos, ya no iba a salir, ya no bebía cerveza, ya no trasnochaba....vamos a dejarla ahí en su casa...
Y, puede que sea verdad; que no me apetezca salir, que ya no beba tanto como antes y que, ahora sea como las gallinas que de nada que anochece se le van cerrando los ojos...pero no me pesa porque el construir una familia es un trabajo duro y ser madre, se es las 24 horas del día.
¿Que quizás tenía que haberlo gritado más alto? no lo sé...lo que tengo claro es que mi pareja, se comió muchas conversaciones de mis "pensamientos fuera de la taza" intentando buscar una explicación al porqué me había quedado sin amigos de repente, al porqué la vida había hecho una separación del grano de la paja y me había dado un espantón con tamaña criba....


He llegado a pensar, que la vida es sabia, y, quizás, necesitaba que la situación hiciera esa criba y me espabilara en buscar similitudes sociales...porque la tribu llama.
Dicho ésto, me refugié en un grupo de lactancia y crianza de mi localidad y esa fue la salvación; personitas que estaban pasando por lo mismo que tu, con tus inquietudes, dudas, miedos...y con paliques eternos en el parque mientras vemos como los churumbeles se lo pasan bomba cuando se ponen a "charlotear" entre ellos o se gruñen cuando uno le quita la pelota al otro...

Por suerte, también, hubo mucha gente que me sorprendió, que habían sido madres y entendieron a la perfección mi nuevo estado sin juzgarlo ( habían pasado por ahí y es la única manera de entenderlo)
Doy en especial las gracias a Maxi y a Ana, porque sin ser madres, sin pedirlo, sin casi notarlo, ellas siempre ha estado ahí...(pero porque son de otra galaxia principalmente)

Pero atención! que yo no estoy juzgando a nadie, visto desde el otro lado puede ser que ya no apetezca quedar con una madre porque con el niño ya no se puede tranquilamente tomar un café, o porque -a mi no se me dan los niños! o porque -ella está más liá que la pata de un romano o quizás,- ella se ha alejado y recluido en casa ahora.

Y que me perdonen las mamis anteriores porque seguro que mi cabecita más de una vez pensó así antes de ser madre.

 Y al fin y al cabo, tu eres la misma persona...solo que...redescubriéndote!
Po eso digo, busca apoyo, pide ayuda y...amigas y amigos de recientes mamás...entiéndelas y apóyalas...




Y, buscando imágenes en la red para poner en éste post (que al final he colocado una sesión de re-nacimiento con la genial  Scarlata Reyes) me encontré con éste escrito de ésta mami, que viene a decir que ésto no es un hecho aislado...es más común de lo que parece (incluso coincidimos en el título)
He preferido no cambiar nada aunque haya similitud en muchas cosas de las que se dicen, pero fue casualidad...fue fruto de experiencias similares.

Yo, coincido con ella en que el cobijo de la familia es espectacular y, recupero una imagen y algo que escribí hace poco en instagram


"Llegas a casa, no hay nadie, te haces un café con nata y vas tranquilamente a tomarlo al salón, no se oye nada, no se escucha nada..... Algunos lo llamarán soledad, yo lo llamaba libertad. Éste podría ser unos de los miles de millones de momentos de antes de ser mamá, hoy día, me es muy difícil tener ese pequeño momento del café a solas, pero, la imagen de la foto no la cambio por nada y es, lo que hoy día, llamo: bienestar y felicidad"

 

Y ya Extremoduro lo cantaba: ¿Dónde están mis amigos? 

 

 

 Saludos y besos agasajados